‘Última Voluntad’: El testamento de un perro dirigido hacía los humanos

Este testamento de un perro debes leerlo, no te arrepentirás.

En esta ocasión hemos querido compartir con todos ustedes un poema titulado » A Dog’s Last Will & Testament», en castellano conocido como «La última voluntad de un perro». Este poema es de un anónimo y lo cierto es que nos ha sorprendido muchísimo la tristeza que transmite y las grandes verdades que refleja, así convirtiendose en el famoso y más conocido como el «Testamento de un perro» o el «Poema de un perro«.

Curiosamente nos hemos topado hoy con el poema y nos ha surgido la necesidad de traducirlo para poder compartirlo con todos nuestros lectores. Esperemos que les guste tanto como nos gusta a nosotros.

La última voluntad de un perro.

  1. Las pertenencias materiales que me pertenecen son muy pocas pero todas te las dejo a ti.
  2. Entre mis pertenencias encontraras una cama de perro un tanto desordenada, un recipiente de agua que lamentablemente tiene uno de sus bordes rotos y un collar el cual he mordisqueado en una de sus puntas
  3. También te dejo humano la mitad de una de mis pelotas de goma favoritas, una muñeca rota que seguramente esté escondida debajo del frigorífico. Detrás de la cocina también encontraras un ratón de goma, sí ese juguete que me encantaba esconder y jugar con él. Por último, en las macetas y debajo de mi casa encontraras huesos enterrados, esos también son para ti.
  4. Además de todas mis pertenencias materiales, te dejo algo que para mi es mucho más importante y son mis recuerdos y te aseguro que son muchos.
  5. Algunos de mis recuerdos más importantes te los dejo para que los valores. Por ejemplo te dejo el recuerdo de dos amorosos y grandes ojos café, una cola puntiaguda y corta, un hocico húmedo y sobretodo te dejo el recuerdo de unos ladridos y lloraderas que provenían de detrás de la puerta.
  6. Quiero dejarte también una mancha en tu alfombra favorita del salón, está justo al lado de la ventana, y la hice cuando en las tardes de invierno decidía apropiarme de ese lugar cómo si me perteneciera y me quedaba enrollado horas y horas tomando el sol.
  7. Te dejo un pañuelo bastante destartalado, está en frente de tu silla favorita. Ese pañuelo que nunca conseguiste zurcir con la clase de lana correcta y que siempre acaba masticándolo entero cuando tenía 5 meses ¿Lo recuerdas?
  8. Te dejo, solo para ti y para nadie más, ese ruido tan especial que hacía a la hora de salir corriendo y jugar con las hojas en de los árboles cuando era otoño y nos gustaba salir a pasear por el bosque.
  9. Solo para ti te dejo el recuerdo de esos momentos tan especiales que compartíamos por las mañanas cuando salíamos los dos por la rivera de un río y tu te dedicabas a darme galletas de vainilla, mis favoritas.
  10. Te dejo como parte de mi testamento mi simpatía, mi cariño, mi apoyo cuando las cosas no iban bien del todo, mi devoción por ti, los ladridos adorables cuando utilizabas tu voz de enojado y sobretodo mi arrepentimiento porque habías discutido conmigo.
  11. Sé que nunca he ido a la iglesia, que nunca he escuchado ningún sermón pero sin embargo, a pesar de que nunca en mi vida he dicho una palabra te he querido demostrar toda mi comprensión, mi amor y mi paciencia.
  12. Por último te dejo la certeza de que sabes que tu vida ha sido mucho más feliz y alegre porque yo formé parte de ella.

Si yo tuviera la oportunidad de poder hacer lo mismo que tú, humano, ayudaría a mis compañeros callejeros que todas las noches pasan frío y hambre…. A ellos les daría un hogar como el que tuve yo, un hogar donde fui feliz. Les regalaría mi camita, mi plato, mis juguetes favoritos e incluso mis almohadones.

Les dejaría tú mano cariñosa para que pudieran sentir por primera vez lo que es ser tratado con ternura, les regalaría esa voz tierna y dulce que una y otra vez repetía mi nombre con amor. A mi compañero asustado y triste que vive en los albergues, como yo en un pasado lo hice, les dejaría un gran lugar en el corazón de un humano, un corazón que nunca en la vida ha conocido límite para el amor.

Por esta razón humano, cuando sea mi hora de partir nunca se te ocurra decir » no voy a tener otro perro más porque estoy demasiado triste por la partida de mi amigo y compañero fiel». No pienses en eso. Mejor dale la oportunidad a otro amigo mio de cuatro patas que ha sido abandonado y que necesita el amor que tu brindas. Ese animal que no sabe lo que es la alegría, la felicidad o la esperanza… Ese es el compañero al que tienes que ofrecerle MI lugar.

Todo esto es lo único que puedo dejarle, el amor y el cariño que una vez tú me distes y que ahora él necesita.

Este es mi testamento, esta es mi herencia y esta es mi última voluntad.

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