Vivimos una realidad bastante injusta para estos peludos caídos del cielo. Una familia que lo tenía lo abandonaron simplemente porque era «feo», pero para los que de verdad amamos a los animales, el amor que sentimos por ellos, puede con todo y más si el animal tiene algún tipo de problema o desfiguración. La historia de Bjarni fue un poco injusta, se lo encontraron muerto de miedo en las calles de Huntsville con la cara totalmente desfigurada.
Bjarni cuando fue rescatado, vieron que tenía tan solo media nariz y muchas cicatrices de mordeduras, lo más posible que fueron mordeduras de otro animal. Tenía los dientes torcidos, ácaros, estaba luchando para comer y respirar… Todo un superviviente. Los dueños fueron rastreados y contactados… Pero las respuesta fueron totalmente desagradables, hasta cuando le dijeron que su perro podía llegar a ser sacrificado. No les importo para nada.
Al ver este animal en el estado cual estaba, a la co-fundadora de St. Francis’Angels, se le rompió totalmente su corazón en pedazos, ya que sus condiciones eran muy graves. Ella lo llevo al refugio y se desvivió para que alguien lo tratará lo antes posible… Al final especialistas veterinarios de la Costa del Golfo aceptaron intervenir para realizarle una cirugía y arreglarle ese pequeño desperfecto que lo hacía «feo».
Después de la intervención de los especialistas… Bjarni relucia un nuevo look en su cara y es que tanto antes como ahora, era adorable… Pero gracias a está cirugía, ya no tenía que luchar más por comer o por respirar, le habían dado otra oportunidad en la vida para que la pudiera disfrutar nuevamente, dejando el pasado terrible que tuvo que pasar.
Aunque gracias a todo el trabajo que hicieron para que Bjarni saliera de ese infierno, todo el mundo quisieron adoptarlo… Pero solo una pareja se lo llevo junto a su nuevo amigo. Ahora Bjarni comienza una nueva vida con su nuevo nombre «Hogan», nos alegramos mucho por él.
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