Existen personas en el mundo que dedican su día a día a rescatar animales, ya sea a través de las organizaciones o también de forma individual. Pero hay a veces en que los animales son los que escogen a las personas que quieren que les salve. Eso le ocurrió a unos estudiantes, que eran compañeros de cuarto de la Union University, en el estado de Pensilvania, en Estados Unidos. Quienes recibieron la visita inesperada de una perrita bulldog inglés que llegó hasta donde vivían.
Según información, Abbie Bayles, una de las estudiantes, explicó que unos días después de que se mudara a aquella habitación con su compañera de cuarto se dieron cuenta de que una perrita llegó y se puso a descansar en la puerta. De inmediato supieron que ella no era de ahí y que lo más probable es que estuviera extraviada.
Como la perrita demostró confianza y cariño decidieron adoptarla y criarla juntas. «Esto ha sido una locura. Abrimos la puerta principal y ella entró como si viviera allí», dijo Abbie. Después de pasar unas semanas con ella, las dos decidieron que era lo correcto llevarla hasta un veterinario para que la pudiera examinar.
Sin embargo, cuando llegaron hasta el especialista, además de darse cuenta de que no tenía ningún tipo de problema de salud, descubrieron otra sorpresa. La perrita, a quien habían bautizado como Azzurra, tenía un microchip en donde aparecía la información de su dueña, que vivía en New York. Es decir, Azzurra había deambulado por más de 300 kilómetros durante 5 años hasta que dio con la habitación de las estudiantes que la acogieron. «Es una locura saber todo lo que ha pasado y lo mucho que ha viajado. Era gentil y de buenos modales. Definitivamente pensamos que alguien la extrañaba. Pero no sabíamos que ese alguien estaba en New York», agregó la joven.
Las dos chicas sabían que su dueña podía estar preocupada, a pesar de que ya habían pasado 5 años. En ese momento le enviaron un correo electrónico a Jen Costa, quien cuando lo recibió pensó que era una broma. «Estaba sentada el otro día y recibí un correo electrónico que decía: ‘Tu mascota ha sido encontrada’. Pensé que era un error. Fue una emoción confusa, estaba estupefacta», explicó la dueña. Ahora las estudiantes han decidido quedarse con la perrita mientras arreglan los detalles para coordinar la entrega a su antigua dueña.
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